Otra categoría ejemplar de lo poético (al lado de lo monstruoso): una cierta inmovilidad. Se elogia siempre el movimiento de un dibujo. Sin embargo, por una paradoja inevitable, la imagen del movimiento no puede ser representada sino en su detención; para significarse a sí mismo, el movimiento debe inmovilizarse en el punto extremo de su carrera; es ese reposo inaudito, insostenible, que Baudelaire llamaba la verdad enfática del gesto y que se reencuentra en la pintura demostrativa, la de Gros por ejemplo; a este gesto suspendido, sobre-significante, se le podría dar el nombre de numen, pues es el gesto de un dios el que crea silenciosamente el destino del hombre, es decir el sentido.
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domingo, 14 de enero de 2007
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