sábado, 31 de marzo de 2007

235

 
La fábula saca, de todo fragmento de lo real, una lección, un sentido. Podría concebirse un libro a la inversa: que daría cuenta de innumerables “incidentes” y que se proscribiera a sí mismo para siempre el extraer un sentido; sería, con toda exactitud, un libro de haikus.

 

<<<

No hay comentarios.: